domingo, 23 de septiembre de 2012

Gira el mundo gira.

El mundo es un pañuelo. Gran frase. Pero si la analizamos, no somos más que un puñado de mocos.
Mira que hay cosas bonitas en el mundo, las flores, los viajes de fin de curso, el olor a café o el de después de llover, pero de todas esas cosas bonitas, eligieron el pañuelo. No podría ser la frase "el mundo es un rosal" o "el mundo es una tarta de queso con arándanos", no, un pañuelo. Y ahora es cuándo yo me pregunto, por qué un pañuelo... Los pañuelos, además de mocos, también pueden llevar lagrimas, y las lagrimas historias. Quizás seamos un puñado de lagrimas, más que de mocos, y quizás no vea tan mal que el mundo sea un pañuelo. Me gustan las lagrimas, y me gustan las historias, y muchas de nuestras historias son parecidas, a la mayoría de nosotros, nos asustan las mismas cosas, y nos hacen felices otras. Quizás las lagrimas del pañuelo sean la conexión necesaria de está frase, o quizás yo esté loca y diga cosas sin sentido.
Además, si los pañuelos hablaran, seguramente nos dirían muchas cosas, ¿no?