lunes, 25 de junio de 2012

Sombras

Siempre me han apasionado las sombras, desde muy pequeña, creaba cuevas con sábanas y trataba de aislarme lo más posible de la realidad. Una vez dentro, encendía una pequeña linterna y me podía pasar horas inventando personajes, animales, formas, etc. Pero lo que más me apasionaba, eran las distintas cosas que podía crear a través de mis manos y una luz, no era necesario nada más. Siempre he sido de las personas que ven más allá de los pequeños detalles, pero de pequeña, más que nunca. No necesitaba nada ni nadie que me hiciera más feliz que esa cueva, esa luz y mis sombras. Pero fuera de esa cueva, habían otras tantas sombras que hacían lo posible para reflejar aquello que me hacía sufrir o me atormentaban, y repentinamente encendía la luz para que las sombras dejaran de perturbarme. Con el tiempo, empecé a darle    un valor diferente a las sombras, dejé de tenerles miedo a aquellas que me angustiaban, pero también dejé de darles importancia a aquellas que me hacían feliz. Así que volví a enredarme en ese mundo paralelo y volví a disfrutar de un día aislada del resto junto con mis sombras, sonreí, quizás como no lo hacía en años, fue un sonrisa inocente, sin tener que pensar en nada ni nadie, sólo en mi y en el valor del momento.  Y es por eso, que ahora, se, que las sombras son un reflejo de nosotros mismos, de las cosas que nos hacen reír y nos gustan, pero también, un reflejo, de aquellas cosas que más miedo nos pueden dar. Y es que ahora, estamos acostumbrados, a andar en llano, y a la mínima dificultad, nos echamos para atrás, de la misma forma que de pequeños encendíamos la luz cuando veíamos esas sombras que nos perturbaban, así que no hay porque temerle a nada, porque las dificultades, son eso, objetos, personas, sentimientos, que se manifiestan en nosotros como sombras, y las sombras, no son más que eso. Sombras.





La sombra es un color como lo es la luz, pero menos brillante. La luz y la sombra son sólo la relación de dos tonos.

No hagas ruido



Amar es andar de puntillas para que la otra persona no se despierte.

jueves, 21 de junio de 2012

297


297 días sin publicar en mi blog.

297 días atrás era una persona distinta. Con intereses, proyectos, actitudes, ideas, todas diferentes, pero sobretodo, pensamientos diferentes. Releyendo antiguas entradas, libretas, papeles en sucio o incluso servilletas, me doy cuenta de que 297, es mucho más que una cifra, y pocos días para tanto cambio. Se puede decir que una parte de mi, se ha mudado, no se a dónde, y quien sabe hasta cuándo. 297 días atrás, tan preocupada por encontrar la luna.. Por si iba a estar llena, cuarto menguante, o si ese día no iluminaria el cielo con su presencia.. Hasta que un día, me di cuenta de que sólo me preocupaba por la luna, y que no era consciente de cuántas cosas pasaban desapercibidas delante de mis ojos. Detalles como la cantidad de estrellas que hay en el cielo, o incluso la tonalidad que tuviese ese día el oscuro cielo, y ese fue el segundo, en el que todo empezó a cambiar, a transformarse, como una metamorfosis que no esperas, como cuándo empiezas a mirar a tu alrededor y todo empezase a distorsionarse, sí, algo así..Por fin lo tenía claro. Me di cuenta, de que nunca podría encontrar la luna teniéndole miedo a la oscuridad y que la única forma de combatir ese miedo, era mediante la luz. Tanto tiempo teniendo el interruptor a mano, y sin saber que era la llave para abrir la puerta que me llevaría a la luna. Teniendo el interruptor al lado, sólo tenía que encontrarlo, pero entre la oscuridad, no iba a ser fácil, anduve a tientas, me tropecé, me choqué, y también me caí, lloré y finalmente me rendí. La ira, la decepción, la tristeza, el deseo, tantos sentimientos estaban expuestos en ese momento, que cerré los ojos, más fuerte que nunca, y desee que todos los miedos se fueran, cómo cuando eramos pequeños y deseábamos que el monstruo que estaba en la esquina desapareciera, igual, y finalmente, ocurrió, de repente, como si de una supernova se tratase, todos esos sentimientos chocaron, creando la mayor explosión que mis ojos hubiesen presenciado jamás, y sucedió, por un momento, la habitación se quedo en blanco, un blanco cegador, y en ese instante, ese concreto, decidí que ya no le tendría miedo a la oscuridad nunca más. Me sentía fuerte, decidida, quizás más que nunca, y apareció, en poco menos de 297 días, él. Consiguió enseñarme, que para que llegar a rozar la luna, pudiendo rozar el cielo, y que para que soñar con la luna, si puedo contemplarla cada noche a su lado..Gracias por convertir la oscuridad en luz, y por transformar mis monstruos en mariposas.




Y que maravilloso es mirar al cielo, y no ver oscuridad, si no estrellas, colores, miles de luces de colores..