miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tira y afloja

La vida en si es un tira y afloja, unas veces te irá todo sobre ruedas y otras no querrás ni salir de la cama.
Pero de lo único de lo que te tienes que preocupar, es de no soltar la cuerda.




miércoles, 14 de noviembre de 2012

letras, palabras, frases.




Me encantan las flores, pero no me conquistarás con un ramo de éstas. Siempre empiezo a leer el periódico y las revistar por el final. Nunca me verás acabarme el vaso, ya sea de café, de té o el Colacao, ya que siempre me dejo el último sorbo. Odio el olor a gasolina, también el de pintura y el del quita esmaltes. No escucho música deprimente cuando estoy triste y tampoco veo películas de amor. Me da igual despeinarme y que se me enfríen los pies. Muchas veces duermo con medias y muchas otras sin nada, aunque haga frío. Le hago muecas a los niños desconocidos, pero a los adultos también, algunos se extrañan, pero muchos sonríen. Hablo mucho, aunque no sepa que decir, pero no hablo de más. No se silbar, pero puedo tocarme con la lengua la nariz. Me se más de mil canciones de memoria, pero no podría decirte que comí hace dos días. Tengo una prenda de vestir que me da suerte, pero no es mía. Duermo con cinco almohadas, y aunque duerma con alguien, las almohadas se quedan. Me encantan los animales, y les tengo alergia a todos. Cuándo escucho canciones en inglés, automáticamente las traduzco y me río de lo mal que suenan en español. Lloro y me río sola. Nunca me muerdo las uñas, pero el esmalte no me dura más de dos días. Siempre miro los zapatos de la gente, incluso antes que cualquier otra cosa. Mi sueño no es ir a Nueva York, y tampoco hacerme una foto en la torre Eiffel. No me gusta estar haciendo la misma cosa durante mucho tiempo, y tiendo a aburrirme, pero me divierto con facilidad. Siempre sumo los números de dos cifras entre sí, y también los números de las matrículas. 
Podría pasarme horas diciéndote cosas que posiblemente ya supieras, o no, pero... ¿sabes qué? Hay cosas que nunca te diré, pero otras muchas que me muero por decirte.




martes, 13 de noviembre de 2012

No me gusta jugar al escondite.

No me busques en el primer sitio dónde crees que me encontrarías, ni en el último, no me busques si lo que no quieres es encontrarme. 



domingo, 4 de noviembre de 2012

Medias naranjas, personas enteras.

Qué manía tiene la sociedad en liar las cosas, y en poner nombres diferentes a las cosas que ya lo tienen.
Por qué hay que buscarle los tres pies al gato, si todos sabemos que tiene cuatro, por qué ser raro implica ser un perro verde, o por qué cuando es hora de irse a casa cada mochuelo se va a su olivo. Me parece ridículo. Pero más ridículo es que me compraren con una naranja, qué manía con ser todos medias naranjas buscando nuestra otra mitad, ¿qué tontería es esa? ¿Os imagináis todos vestidos de medias naranjas chocándonos unos con otros o intentando encajar? Prefiero no hacerlo. 
No me considero media naranja y mucho menos considero que tengamos que buscar a la otra media y que esa media encaje en su totalidad. Me cansan los estereotipos y de que por ser de un estilo u otro te tenga que gustar todo lo relacionado a ello. No, me niego. Llamadme escéptica, rara o idiota, pero prefiero pensar que somos personas, simplemente, que accidentalmente o no encontramos a otra persona, y la mayoría de las veces totalmente contraria a nosotros.
Yo las naranjas me las como, a las personas, por el momento, no. 





sábado, 20 de octubre de 2012

¡Nos faltan hechos, nos sobran palabras!

¿La gente por qué se empeña en decir y decir, si al fin y al cabo lo que importan son los hechos? Un ejemplo sencillo y accesible a todas las mentes: muerto de hambre vas a un restaurante y el camarero te dice todas las cosas maravillosas que tiene en su carta, la ensalada del día, el plato principal, y de postre.. Tiramisú. Con más hambre todavía, pasan las horas pero a tu mesa no llega ni la ensalada, ni el plato principal ni el tiramisú. ¿Acaso has saciado el hambre que tenías? No. Es más, ahora te quedas con más hambre.




Me sobran palabras.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Gira el mundo gira.

El mundo es un pañuelo. Gran frase. Pero si la analizamos, no somos más que un puñado de mocos.
Mira que hay cosas bonitas en el mundo, las flores, los viajes de fin de curso, el olor a café o el de después de llover, pero de todas esas cosas bonitas, eligieron el pañuelo. No podría ser la frase "el mundo es un rosal" o "el mundo es una tarta de queso con arándanos", no, un pañuelo. Y ahora es cuándo yo me pregunto, por qué un pañuelo... Los pañuelos, además de mocos, también pueden llevar lagrimas, y las lagrimas historias. Quizás seamos un puñado de lagrimas, más que de mocos, y quizás no vea tan mal que el mundo sea un pañuelo. Me gustan las lagrimas, y me gustan las historias, y muchas de nuestras historias son parecidas, a la mayoría de nosotros, nos asustan las mismas cosas, y nos hacen felices otras. Quizás las lagrimas del pañuelo sean la conexión necesaria de está frase, o quizás yo esté loca y diga cosas sin sentido.
Además, si los pañuelos hablaran, seguramente nos dirían muchas cosas, ¿no?

lunes, 25 de junio de 2012

Sombras

Siempre me han apasionado las sombras, desde muy pequeña, creaba cuevas con sábanas y trataba de aislarme lo más posible de la realidad. Una vez dentro, encendía una pequeña linterna y me podía pasar horas inventando personajes, animales, formas, etc. Pero lo que más me apasionaba, eran las distintas cosas que podía crear a través de mis manos y una luz, no era necesario nada más. Siempre he sido de las personas que ven más allá de los pequeños detalles, pero de pequeña, más que nunca. No necesitaba nada ni nadie que me hiciera más feliz que esa cueva, esa luz y mis sombras. Pero fuera de esa cueva, habían otras tantas sombras que hacían lo posible para reflejar aquello que me hacía sufrir o me atormentaban, y repentinamente encendía la luz para que las sombras dejaran de perturbarme. Con el tiempo, empecé a darle    un valor diferente a las sombras, dejé de tenerles miedo a aquellas que me angustiaban, pero también dejé de darles importancia a aquellas que me hacían feliz. Así que volví a enredarme en ese mundo paralelo y volví a disfrutar de un día aislada del resto junto con mis sombras, sonreí, quizás como no lo hacía en años, fue un sonrisa inocente, sin tener que pensar en nada ni nadie, sólo en mi y en el valor del momento.  Y es por eso, que ahora, se, que las sombras son un reflejo de nosotros mismos, de las cosas que nos hacen reír y nos gustan, pero también, un reflejo, de aquellas cosas que más miedo nos pueden dar. Y es que ahora, estamos acostumbrados, a andar en llano, y a la mínima dificultad, nos echamos para atrás, de la misma forma que de pequeños encendíamos la luz cuando veíamos esas sombras que nos perturbaban, así que no hay porque temerle a nada, porque las dificultades, son eso, objetos, personas, sentimientos, que se manifiestan en nosotros como sombras, y las sombras, no son más que eso. Sombras.





La sombra es un color como lo es la luz, pero menos brillante. La luz y la sombra son sólo la relación de dos tonos.

No hagas ruido



Amar es andar de puntillas para que la otra persona no se despierte.

jueves, 21 de junio de 2012

297


297 días sin publicar en mi blog.

297 días atrás era una persona distinta. Con intereses, proyectos, actitudes, ideas, todas diferentes, pero sobretodo, pensamientos diferentes. Releyendo antiguas entradas, libretas, papeles en sucio o incluso servilletas, me doy cuenta de que 297, es mucho más que una cifra, y pocos días para tanto cambio. Se puede decir que una parte de mi, se ha mudado, no se a dónde, y quien sabe hasta cuándo. 297 días atrás, tan preocupada por encontrar la luna.. Por si iba a estar llena, cuarto menguante, o si ese día no iluminaria el cielo con su presencia.. Hasta que un día, me di cuenta de que sólo me preocupaba por la luna, y que no era consciente de cuántas cosas pasaban desapercibidas delante de mis ojos. Detalles como la cantidad de estrellas que hay en el cielo, o incluso la tonalidad que tuviese ese día el oscuro cielo, y ese fue el segundo, en el que todo empezó a cambiar, a transformarse, como una metamorfosis que no esperas, como cuándo empiezas a mirar a tu alrededor y todo empezase a distorsionarse, sí, algo así..Por fin lo tenía claro. Me di cuenta, de que nunca podría encontrar la luna teniéndole miedo a la oscuridad y que la única forma de combatir ese miedo, era mediante la luz. Tanto tiempo teniendo el interruptor a mano, y sin saber que era la llave para abrir la puerta que me llevaría a la luna. Teniendo el interruptor al lado, sólo tenía que encontrarlo, pero entre la oscuridad, no iba a ser fácil, anduve a tientas, me tropecé, me choqué, y también me caí, lloré y finalmente me rendí. La ira, la decepción, la tristeza, el deseo, tantos sentimientos estaban expuestos en ese momento, que cerré los ojos, más fuerte que nunca, y desee que todos los miedos se fueran, cómo cuando eramos pequeños y deseábamos que el monstruo que estaba en la esquina desapareciera, igual, y finalmente, ocurrió, de repente, como si de una supernova se tratase, todos esos sentimientos chocaron, creando la mayor explosión que mis ojos hubiesen presenciado jamás, y sucedió, por un momento, la habitación se quedo en blanco, un blanco cegador, y en ese instante, ese concreto, decidí que ya no le tendría miedo a la oscuridad nunca más. Me sentía fuerte, decidida, quizás más que nunca, y apareció, en poco menos de 297 días, él. Consiguió enseñarme, que para que llegar a rozar la luna, pudiendo rozar el cielo, y que para que soñar con la luna, si puedo contemplarla cada noche a su lado..Gracias por convertir la oscuridad en luz, y por transformar mis monstruos en mariposas.




Y que maravilloso es mirar al cielo, y no ver oscuridad, si no estrellas, colores, miles de luces de colores..