miércoles, 14 de noviembre de 2012

letras, palabras, frases.




Me encantan las flores, pero no me conquistarás con un ramo de éstas. Siempre empiezo a leer el periódico y las revistar por el final. Nunca me verás acabarme el vaso, ya sea de café, de té o el Colacao, ya que siempre me dejo el último sorbo. Odio el olor a gasolina, también el de pintura y el del quita esmaltes. No escucho música deprimente cuando estoy triste y tampoco veo películas de amor. Me da igual despeinarme y que se me enfríen los pies. Muchas veces duermo con medias y muchas otras sin nada, aunque haga frío. Le hago muecas a los niños desconocidos, pero a los adultos también, algunos se extrañan, pero muchos sonríen. Hablo mucho, aunque no sepa que decir, pero no hablo de más. No se silbar, pero puedo tocarme con la lengua la nariz. Me se más de mil canciones de memoria, pero no podría decirte que comí hace dos días. Tengo una prenda de vestir que me da suerte, pero no es mía. Duermo con cinco almohadas, y aunque duerma con alguien, las almohadas se quedan. Me encantan los animales, y les tengo alergia a todos. Cuándo escucho canciones en inglés, automáticamente las traduzco y me río de lo mal que suenan en español. Lloro y me río sola. Nunca me muerdo las uñas, pero el esmalte no me dura más de dos días. Siempre miro los zapatos de la gente, incluso antes que cualquier otra cosa. Mi sueño no es ir a Nueva York, y tampoco hacerme una foto en la torre Eiffel. No me gusta estar haciendo la misma cosa durante mucho tiempo, y tiendo a aburrirme, pero me divierto con facilidad. Siempre sumo los números de dos cifras entre sí, y también los números de las matrículas. 
Podría pasarme horas diciéndote cosas que posiblemente ya supieras, o no, pero... ¿sabes qué? Hay cosas que nunca te diré, pero otras muchas que me muero por decirte.




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